El clan (2015) - Pablo Trapero

El cine nacional probablemente debe estar pasando por uno de los mejores momentos de su historia. Prácticamente todos los meses podemos ver nuevas propuestas, tanto independientes como grandes producciones que nos ofrecen variados géneros y artistas como nunca antes nos había pasado (pronto haré un artículo aparte para explayarme del tema). En el año corriente hemos visto propuestas de todo tipo llegando constantemente a estrenarse en la gran pantalla (dramas como 'Abzurdah', thrillers como 'Pasaje de vida' y comedias románticas como 'Sin hijos') pero ninguna creo que llegue a tener la repercusión ni la publicidad que ha tenido 'El clan'. No solo porque el hombre que esta detrás de las cámaras sea uno de los directores más virtuosos del país ni por estar protagonizada por un actor muy taquillero realizando una impactante transformación ni de estar coprotagonizada por un famoso actor de novelas juveniles sino por estar basada en uno de los casos policiales mas inquietantes y escalofriantes de la historia argentina. Un caso terrorífico que despertaba la curiosidad de como sería adaptado al cine ¿Funciona la película? Vamos con ello...

Y la verdad el resultado es muy satisfactorio, porque no solo Trapero consigue realizar una muy lograda crónica sobre todos los sucesos que rodearon al clan Puccio sin tergiversar ni sobredramatizar la historia sino que la película como película en si funciona como un relojito y te mantiene pegado al asiento desde que empieza hasta su brutal desenlace.
Uno de los mayores aciertos de la película sin dudas es la elección de Pablo Trapero como director, sus trabajos siempre destacaron por la verosimilitud y el realismo con el cual trataba sus historias y aquí su trabajo se luce como nunca antes en su filmografia. Los largos planos secuencias que utiliza en determinados momentos son perfectos para transmitir la incomodidad y el suspense necesario para que las escenas sean aun mas intensas e incomodas de lo que ya realmente son.

No solo la dirección es muy destacable desde el aspecto técnico sino también desde el gran trabajo en la dirección de actores, ya que todos los actores están convincentes y sólidos en sus papeles, pero los que destacan sin ninguna dudas son Guillermo Francella y Peter Lanzani. Lo de Francella es sencillamente impresionante, prácticamente no queda atisbo de aquel entrañable actor cómico que se transforma gracias a un espectacular maquillaje y a una impresionante mimetización por parte del interprete en un monstruo gélido, frío y calculador, que calcula cada paso con prolijidad intentando no dejar ningún cabo suelto a la hora de realizar los atroces secuestros con tal de que estos lo beneficien económicamente tanto a él como a su familia. Últimamente el actor se la ha jugado con roles más dramáticos y casi siempre ha dado en el clavo (sino miren su magnífico papel en 'El secreto de sus ojos'), demostrando ser mucho más que el simpático Pepe Argento, pero creo que nunca antes había demostrado tanto su estatus de actor como en esta película, realmente enmarcable.

Igualmente el actor que más curiosidad me daba como se desempañaba en su rol era Peter Lanzani, el cual en un principio me dejó desconcertado con su elección para una película de este calibre, ya que sus antecedentes se remontaban a papeles juveniles en novelas de Cris Morena, pero aquí demuestra ser un actor hecho y derecho al componer un personaje torturado y contradictorio de manera solida y eficaz, rompiendo todo perjuicio que podría haber habido en su contra antes del visionado de esta película, creo que hemos ganado un actor después de todo.
Y lo mejor de la película sin ninguna dudas es la relación enfermiza que se da entre padre/hijo de Arquímedes y Alejandro. El segundo tiene cargo de conciencia por todas las atrocidades que comete sin ningún tipo de impunidad su padre, no quiere esa vida pero al mismo tiempo la necesita para mantener todo lo que ha logrado ser gracias a los beneficios de los secuestros. Por eso en una de las escenas finales cuando Arquímedes lo incita a golpearlo, diciéndole que por mucho que se arrepienta todo lo que ha logrado se debe a él, Alejandro lo golpea con más furia inclusive, porque sabe que tiene razón y eso le asquea, sin dudas el padre le ha arruinado la vida a toda su familia pero él es tan partícipe y cómplice como él, por eso decide, ya habiendo tocado fondo tirarse del quinto peso del Palacio de Justicia, cerrando así la película con un broche de oro que cierre la tortuosa y retorcida relación padre/hijo.
Como ven estamos ante una película llena de virtudes pero no puedo evitar dejar escapar algún que otro detalle, hay personajes que desaparecen y aparecen de escena a conveniencia de la narración y sin demasiada lógica, por ejemplo: el hijo menor Puccio desaparece y no aparece nunca más y en ningún momento hay demasiada preocupación al respecto mientras que el hijo mayor vuelve de un momento a otro y a los 5 minutos ya esta trabajando de vuelta como secuestrador. Entiendo que son cosas que pasaron en la vida real, pero se pudieron haber pulido para que no parezcan deus ex machina que el relato necesita.
Queda destacar la impecable ambientación de época, la oportuna banda de sonido y lo bien que Trapero aprovecha algunos detalles para contextualizar la historia como discursos de Raúl Alfonsín o australes.
En fin, estamos ante una propuesta de calidad dentro del ámbito nacional con realmente muy pocas cosas que achacar. Un proyecto totalmente solido con una muy buena dirección y unas logradas actuaciones que merece su visionado en el cine.
                  PUNTAJE FINAL: 8'5/10 

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